La implementación de un equipo de administración de proyectos proporciona una ventaja competitiva a las empresas que buscan la excelencia en el servicio y, para sus clientes, asegura que un especialista está gestionando el alcance, el tiempo, los costos, los recursos y la calidad del proyecto.
Un tema ampliamente debatido es qué parámetros considerar para definir un proyecto como exitoso. La clave radica en lo que se acuerda entre cliente y proveedor.
Para algunos clientes, el factor crítico de éxito es el tiempo debido a regulaciones, auditorías o impactos en áreas específicas de negocio. Para otros, el costo es prioritario, por lo que las estrategias y decisiones deben orientarse hacia el presupuesto.
Independientemente del caso, el cliente exige que se cumpla con el alcance acordado, y su validación del servicio es fundamental para asegurar el éxito.
Los factores clave para el éxito de un proyecto se basan en gran medida en:
Conocer el impacto de la implementación en términos de negocio genera mayor compromiso, permitiendo verificar al final que se cumplieron las promesas.
En proyectos de ciberseguridad, definir detalladamente el alcance es crítico y a veces complicado, pero esencial para evitar problemas futuros. Esto incluye más que definir el equipo o la infraestructura; es vital especificar configuraciones de software a detalle, como las reglas requeridas, los perfiles de usuarios y las interacciones con herramientas específicas.
El involucramiento del PM desde la pre-venta facilita la planificación de actividades, permite generar un plan inicial de alto nivel para el cliente e identificar riesgos y sus impactos potenciales.
Las descripciones generales, como configuraciones "básicas" o "avanzadas", pueden confundir.
Lo que un cliente considera básico puede ser avanzado para el proveedor. Definir el detalle desde el diseño de la solución clarifica y minimiza retrabajos y objeciones durante el proceso de gestión.
Durante la planificación, obtener la máxima información del cliente permite crear un plan detallado. Se desarrollan cuestionarios específicos y documentos de requisitos que deben ser cubiertos por el cliente con anticipación.
El entregable clave en esta etapa es un plan de proyecto aprobado por el cliente, que sirve como referencia central para las etapas siguientes.
En la ejecución, el control es más crítico. Se recomienda crear documentos específicos para cada fase, que incluyan actividades, tiempos, scripts de validación, personal requerido, riesgos potenciales y planes de contingencia.
Para el cierre del proyecto, además de entregar la documentación acordada, se presenta una memoria técnica que actúa como evidencia de lo implementado, incluidas configuraciones, licencias y pruebas de validación.
Esta memoria es esencial para la transición a las áreas operativas del cliente y del proveedor cuando se contrata un servicio de mantenimiento. Es recomendable mantenerla actualizada con cambios o actualizaciones.
En Data Warden, combinamos la experiencia de ingenieros certificados con un equipo de PMs especializados en proyectos de ciberseguridad, incrementando así las probabilidades de éxito del proyecto.