En ocasiones, la idea de ser el dueño de “todo”, se propaga con intensidad en distintos ámbitos de la vida. Como era de esperarse, el ámbito empresarial no se salva de esto último y todo lo que ocasiona esta idea puede llegar a tener consecuencias negativas.
El ejemplo perfecto es justo la parte central que tratará este artículo, pues muchas veces ni siquiera sabemos qué es lo que estamos perdiendo, hasta que, por cualquier motivo, comprendemos hacia dónde apuntamos como organización y cuáles son las alternativas que, sin saberlo, dejamos pasar.
La idea que describimos arriba tiene que ver con la necesidad aparente de ciertas organizaciones de buscar contar con áreas y personal específico para algunas funciones que, dicho sea de paso, no son para nada la especialidad de la compañía.
Esto último es especialmente visible en las áreas de informática y de ciberseguridad, pues las empresas consideran que es mejor tener su propia plantilla, en su nómina, para tratar los temas relacionados pero con sus propios elementos humanos.
Por ejemplo, en empresas retail con un gran flujo de ventas presenciales y digitales. Esta organización, con ingresos firmes y continuos, decide invertir en equipo y en la contratación de personal para crear su propia área de informática que pueda atender cualquier problema de ciberseguridad que se le presente. Así, sin tener mucha idea, adquiere algunos equipos, abre más puestos de recursos humanos para poder buscar y entrevistar a los nuevos elementos.
Si bien todo esto puede parecer un movimiento destinado al éxito, en realidad, esta compañía se acaba de meter en un asunto con un contexto bastante complejo y que desconoce totalmente, además de requerir un tiempo de aprendizaje, pruebas, errores, etc.
Sabemos que en cualquier proceso de reclutamiento existen diversos desafíos que se deben afrontar para conseguir a los mejores candidatos, de acuerdo a las necesidades de la empresa en cuestión.
Sin embargo, si seguimos con la historia del retail, al buscar profesionales que tengan el perfil que la organización necesita, nos damos cuenta que además de lo ya invertido, habrá que pagar sueldos bastantes elevados. Pese a esto, deciden seguir adelante. Pasan los días y las semanas, mientras seguimos buscando un perfil que se adapte y pueda liderar el área con alta especialización, abarcando cada punto de venta, aunque sin éxito.
Finalmente, luego de mucho tiempo, conseguimos formar un equipo de ciberseguridad, con una nómina bastante elevada y con el gran inconveniente de que algunos elementos en la plantilla resultaron llenar a medias las posiciones, especialmente por la falta de experiencia.
Esto último provoca un alto nivel de rotación de personal, un factor que entorpece cualquier tipo de estabilidad laboral del área y que, por si fuera poco, se convierte en un círculo vicioso del que cuesta salir.
Este panorama obedece a un fenómeno que ha venido al alza en los últimos años y que ha sido potenciado por un factor inesperado.
Como sabemos, los avances tecnológicos han encontrado en el paso del tiempo un aliado habitual. No obstante, año tras año, la velocidad con la cual las Tecnologías de la Información encuentran nuevas vías de desarrollo que potencian novedosos servicios, es cada vez más abrumadora.
En pocas palabras, el mercado digital ha crecido exponencialmente a tal nivel que para muchas compañías es hoy, no solamente su futuro, sino su presente, al acaparar un nicho que hasta hace relativamente poco tiempo tenía poca competencia.
Aunado a esto, la pandemia por la Covid-19 apareció en el mundo y se convirtió no solamente en una problemática que puede llevar a momentos de crisis a las empresas, sino también en una razón por la cual las organizaciones se reinventaron o se aventuraron al terreno digital de una vez por todas.
Es decir, el coronavirus potenció la transformación digital de un gran número de empresas alrededor del mundo y así generó un contexto aún más competitivo en este nicho.
Este nuevo panorama mundial propició, a su vez, que la demanda de profesionales en la ciberseguridad fuera no solamente más elevada, sino más específica hacia perfiles altamente especializados y experimentados.
Las compañías requieren más y mejores profesionales en el área, ¡y los necesitan ya!.
Por ello, la demanda ha sido mucho mayor, en comparación a la cantidad de personal cualificado que existe.
Mientras tanto, todo esto elevó también los sueldos de aquellos que cubrían el perfil perfectamente y, por otro lado, ocasionó que otras personas repentinamente ya no estuvieran cualificadas para una empresa con presencia digital.
Por todo esto es que el staff de ciberseguridad tiene costos bastante elevados y una alta rotación.
Afortunadamente, en la Dirección de Servicios Administrados de Data Warden conocemos a la perfección el panorama mundial actual y somos capaces de proveer alternativas a nuestros clientes, siempre con los colaboradores de la más alta especialidad, con mucha experiencia y costos mensuales adecuados al nivel de ciberseguridad que requiere tu empresa.