En un mundo globalizado con cambios constantes se vuelve cada día más complicado llevar un plan al pie de la letra o predecir lo que va a suceder.
Lo mismo sucede en la administración de proyectos, los profesionales en administración de proyectos, así como las oficinas de proyecto (PMO por sus siglas en inglés) tienen varios retos: Ser flexibles, pero sin perder foco en el alcance del proyecto y sus entregables; entregar avances constantes y en periodos cortos de tiempo, pero sin descuidar la calidad; tomar decisiones rápidas, pero considerando siempre al cliente o usuario final.
“Ágil (Agile)” se refiere a ser capaz de moverse y responder rápidamente a los cambios, para lograr la meta de crear o entregar productos y/o servicios basados en valor en ambientes de turbulencia.
Ambientes de turbulencia se refiere al cambio constante, a la incertidumbre, a la complejidad o ambigüedad existente.
Los marcos y metodologías ágiles surgen para apoyar estos retos en estos ambientes de turbulencia, a través de una correcta implementación y adaptación a las necesidades de cada empresa y los tipos de proyecto, enfocado en la declaración de interdependencia de valores Ágiles:
En cuestión de metodologías y marcos han surgidos varios, donde se destaca SCRUM como el más popular, pero tampoco se debe de tomar como la solución a todos los desafíos o decir que por haberlo implementado SCRUM ya son 100% Agiles.
Una parte si tiene que ver con temas técnicos de la aplicación de marcos y sus diferentes herramientas o roles; pero por otro lado se deben de considerar los siguientes aspectos:
Vale mucho la pena dar una revisada al reporte “13th Annual State Of Agile Report”, donde nos muestra un análisis sobre el crecimiento en la adopción de marcos ágiles y el impacto que han tenido en las organizaciones.
Basado en este reporte Lee Cunningham, director sénior de Enterprise Agile Strategy de CollabNet VersionOne, comentó sobre los 3 factores más significativos que destacan en las tendencias de 2019:
Finalmente, Para una correcta implementación y adopción existen consultores externos especialistas en el conocimiento de las metodologías, quienes deben de involucrarse en conocer a la organización haciendo un diagnóstico de la situación actual y acompañando en todo momento para llegar a la situación deseada. Este rol está surgiendo mucho en el mercado conocido como Agile Coach.
Resumiendo, ser Agile es más que adoptar e implementar alguna metodología o enfocarse en hacer más rápido las actividades. Ser Ágil es un cambio de la cultura organizacional, es enfocarse en acciones de valor, es hacer entregas constantes y tener retroalimentación continua, es comunicación continua con los clientes o usuarios, es empoderar a los equipos de trabajo y se tomen decisiones descentralizadas, es que cada equipo de trabajo se haga responsable de la calidad, es tirar el desperdicio o lo que no agregue valor, es tener un pensamiento sistémico y colaborativo, es hacerse responsable y dejar de victimizarse.
Scrum, DevOps, Kanban, LeSS, Scrum of Scrum, Safe, Lean, etc... sólo ayudan a dar forma, aportando herramientas o asignando roles; pero el verdadero reto consiste en cambiar el “MINDSET” de la organización.