La forma de trabajar ha cambiado. La transformación digital ha acelerado el uso de tecnologías de la información en todos los ámbitos laborales. La migración que las industrias experimentaron en los últimos años hacia los entornos digitales y el trabajo remoto se afianzó durante los períodos de cuarentena impuestos por los gobiernos de todo el mundo.
El teletrabajo se volvió la forma de trabajo más extendida debido a la necesidad de sortear las limitaciones de movilidad.
Los avances en telecomunicaciones y el trabajo remoto hicieron posible el trabajo en equipo a distancia, con la facilidad de contratar profesionales especializados en todo el mundo que ya no requieren mayor desplazamiento; además, las empresas encontraron beneficios superiores, lo que ocasionó que el teletrabajo sea adoptado definitivamente por las empresas.
Sin embargo, los beneficios del trabajo a distancia y la adopción definitiva de entornos digitales también ha traído serios problemas, de los que muchas empresas no tenían conciencia. Los ataques cibernéticos incrementaron al mismo ritmo que la transformación digital y se multiplicaron de forma acelerada durante los últimos dos años.
El trabajo remoto hizo necesario el uso de dispositivos móviles personales.
Lo que en un principio era una tendencia entre algunas compañías, las políticas BYOD (Bring Your Own Device) se volvieron obligatorias en muchas organizaciones públicas y privadas para abarcar la comunicación necesaria en entornos remotos.
La dispersión de dispositivos conectados a redes privadas, la inserción repentina de equipos personales, así como la migración a servidores alojados en la nube, abrieron brechas de seguridad en prácticamente todas las organizaciones del mundo, que NO estaban preparadas para operar inmediatamente de forma remota con la seguridad y el control que tenían in house.
Estas vulnerabilidades han sido aprovechadas por ciberdelincuentes y programas maliciosos, por lo que los ataques cibernéticos han aumentado considerablemente, causando pérdidas multimillonarias a nivel mundial.
Es decir, actualmente, los métodos de trabajo remoto se mantienen y los ataques cibernéticos aumentan en número y daños. En este panorama, los equipos de ciberseguridad se enfrentan a grandes desafíos para mantener seguras a las organizaciones y evitar violaciones a la seguridad que ocasionen desastres.
Para eliminar las vulnerabilidades, las empresas deben consolidar sus sistemas de ciberseguridad. Esto requiere del trabajo no solo de los equipos de TI, sino de la totalidad de los colaboradores, sin importar su rango y área de trabajo.
La dispersión de los entornos de trabajo ha complicado el monitoreo de las actividades de todo el personal, lo que representa un riesgo mayor de sufrir ataques y robos de datos debido al manejo no seguro de la información.
Una gran parte de las empresas considera poco importante educar y concientizar a su personal sobre el manejo seguro de la información, pero esta falta de capacitación ocasiona que la información de la empresa, sin la supervisión suficiente, pueda caer en las manos equivocadas.
Los delincuentes cibernéticos han aprovechado los nuevos entornos de trabajo para sustraer información crítica de las empresas. Mediante métodos de phishing, la infiltración de malware o la suplantación de identidad, el personal proporciona, sin saberlo, información relevante a terceros que buscan obtener beneficios económicos de manera ilegal.
Por estos motivos, crear programas de concientización sobre ciberseguridad es crucial para fortalecer los sistemas de ciberseguridad de las empresas. Crear una cultura de seguridad entre el personal ayuda a eliminar las brechas de seguridad y reduce los riesgos de sustracción de información y ataques directos.
La mayoría de las organizaciones no se encuentran preparadas para afrontar por sí mismas la expansión de sus redes informáticas de forma segura. Si bien, a nivel global las empresas han incrementado los presupuestos para seguridad cibernética, no cuentan con recursos físicos y humanos, con los niveles de especialización necesarios, para afrontar los nuevos retos de trabajo remoto y entornos digitales.
Por ello, la ayuda de un experto en ciberseguridad para empresas es crucial para eliminar las vulnerabilidades, así como garantizar la integridad de tus activos y datos críticos.
En Data Warden te ayudamos a diseñar e implementar un programa permanente de concientización en ciberseguridad, además de determinar cuál es la superficie de riesgo actual a la que se enfrenta tu empresa, para minimizarla al máximo posible.
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